Dormir bien, cierta cantidad de horas y sin interrupciones, es tan necesario e importante para el cuerpo humano y el desempeño cotidiano, como tener buena alimentación o hacer ejercicio.
Si el sueño no es reparador, la vida diaria de una persona puede verse afectada en su capacidad de reacción, sus relaciones interpersonales y su rendimiento académico o laboral.
La falta de un buen ciclo de sueño está asociada con el mal humor, los accidentes automovilísticos, desastres industriales, errores médicos y profesionales, así como baja productividad en cualquier actividad.
Aunque cada cuerpo es distinto y tiene necesidades propias, en promedio un bebé requiere en total unas 16 horas de sueño, las niñas y niños pequeños necesitan unas 10 horas diarias. Mientras que los y las adolescentes estarán bien con al menos 9 horas, y una persona adulta necesita entre 7 y 9 horas de sueño por la noche.
Cuando dormimos, no solo estamos descansando, también los órganos trabajan arduamente y el cuerpo mantiene el equilibrio energético, molecular, y de los sistemas inmunológico, cardiovascular, metabólico y neurológico.
Durante la noche se nivela el estado de alerta y el humor. Dormir bien es fundamental para el cerebro, pues ayuda a eliminar toxinas, pensar con mayor claridad, tener mejores reflejos, concentrarse, aprender, recordar y crear.
Cuando no logramos conciliar el sueño de manera correcta, el cuerpo activa su sistema de alerta, lo que provoca incremento en la frecuencia cardiaca, ansiedad, angustia e irritabilidad. En niños, niñas y adolescentes puede desencadenar déficit de atención e hiperactividad.
Además afecta las hormonas de crecimiento y del estrés, aumenta el apetito, puede causar obesidad, desequilibrar la glucosa en sangre u otros parámetros metabólicos, lo que puede llevar al desarrollo de enfermedades como diabetes e hipertensión.
Trastornos del sueño, qué son y cómo se originan
Existen más de cien trastornos en el ciclo de sueño, y se pueden englobar y resumir en cuatro categorías:
-
Insomnio. Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido. Algunas personas padecen insomnio crónico, es decir, tienen problemas para quedarse dormidas o dormir de corrido durante al menos 3 noches por semana durante un mes. En este caso, es muy común que se desencadenan problemas graves de agotamiento, irritabilidad y concentración. Otras personas sufren insomnio ocasionalmente.
-
Ritmo del sueño. Problemas para mantener un horario regular de sueño. (Síndrome de sueño y vigilia irregulares, síndrome del desfase de horario, trastorno del sueño a causa del trabajo por turno, fase de sueño retrasada o avanzada, entre otros).
-
Somnolencia diurna. Problemas para permanecer despierto pues debido al cansancio, la persona tiene sueño excesivo durante el día. En esta categoría se encuentra el síndrome de apnea de sueño, que es un trastorno común en el que la respiración se interrumpe y no hay un buen descanso.
Comportamientos inusuales durante el sueño o parasomnias. Cuando las personas caminan o tienen actividades mientras están dormidas, o bien tienen terrores nocturnos o pesadillas constantes.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), refieren que los trastornos del sueño afectan a cerca del 40 por ciento de la población mundial. Alrededor de 70 millones de estadounidenses de todas las edades padecen problemas crónicos de sueño, pues a pesar del esfuerzo por dormir bien, no lo logran.
De acuerdo a una investigación realizada por la Clínica de Trastornos del Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en nuestro país, alrededor del 45 por ciento de la población adulta presenta mala calidad del sueño.
En México, el dos por ciento de las mujeres y el cuatro por ciento de los hombres, padecen apnea del sueño. Mientras que un 60 por ciento de la población padece insomnio en algún momento de su vida.
La Unidad de Trastornos del Movimiento y Sueño (UTMS), integra distintas especialidades para la atención de los trastornos del ciclo de sueño, como neumología, psiquiatría, neurología y neurofisiología, a través de las cuales se atienden padecimientos como insomnio, Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) y narcolepsia, siendo estas las principales afecciones.
Los trastornos del sueño impactan en un número considerable de personas, solo durante 2023, la unidad (UTMS) brindó más de mil consultas externas de psiquiatría y neumología para trastornos de sueño; 315 estudios simplificados de sueño diagnósticos; 281 estudios simplificados de sueño terapéutico y 299 estudios de neurofisiología.
Aunque padecer un trastorno de sueño, generalmente no nos parece algo riesgoso, es importante acudir al médico para un diagnóstico oportuno.

¿Qué hago para dormir bien?
La regulación circadiana del sueño es el proceso que regula los ciclos de sueño y vigilia del cuerpo, a través de un ritmo biológico de 24 horas. Es el conocido reloj biológico del organismo. La palabra circadiano significa "alrededor de un día".
La regulación circadiana del sueño está influenciada por la luz y la oscuridad, que hacen que el cuerpo sepa cuándo es hora de dormir o de despertarse.
Para dormir bien, es recomendable mantener las siguientes recomendaciones de higiene del sueño:
- Llevar una alimentación saludable.
- En la medida de lo posible, acostarse y levantarse a la misma hora todos los días.
- No consumir nicotina, cafeína o alcohol por la noche.
- Hacer ejercicio al menos tres veces por semana, pero evitar hacerlo un par de horas antes de acostarse.
- Cenar de manera ligera, alimentos que no sean pesados para el organismo.
- Adaptar una habitación cómoda, oscura, tranquila y con una temperatura agradable.
- Evitar el uso de aparatos electrónicos o pantallas tres horas antes de acostarse.
- Darse baños de sol, 20 minutos al día.
- En caso de tomar siestas, que sean breves y no después de media tarde.
- Escuchar música relajante o leer un libro
La Medicina Biorreguladora de Sistemas (MBrS) es un método de terapia natural que busca regular las funciones biológicas del cuerpo. Los trastornos del sueño pueden tratarse con medicamentos, terapia cognitivo conductual y cambios en el estilo de vida.
Esta medicina ha contribuido a abordar tanto las causas como las consecuencias del insomnio, mejorando la calidad de vida de muchas personas y demostrando una notable mejora en los síntomas cognitivos y físicos de este padecimiento.
La Medicina Biorreguladora de Sistemas (MBrS) ha demostrado ser una alternativa efectiva y sostenible, promoviendo la restauración del ciclo circadiano y los patrones de sueño.
Los medicamentos de acción biorreguladora están compuestos por sustancias naturales (de origen vegetal, animal o mineral) en dosis bajas y tiene por objeto el restablecimiento de la salud. Dichos medicamentos tienen un excelente perfil de seguridad y una eficacia demostrada y avalada por múltiples estudios clínicos.

Nuevas investigaciones relacionadas con los ciclos de sueño
Actualmente se investiga el envejecimiento celular prematuro. Se trata de explicar la relación entre el ciclo de sueño y vigilia y la aparición de enfermedades. Esta hipótesis sugiere que la falta de sueño se podría asociar con el acortamiento de los telómeros (partes del cromosoma que tienen una función protectora y retrasan el envejecimiento de las células) en las células inmunes y, por tanto, con la aparición de enfermedades.
También se sabe que los ciclos sueño-vigilia se ven alterados en las personas con trastornos neurodegenerativos. Como los ritmos circadianos y la consolidación del sueño también se alteran con el envejecimiento normal, los cambios en estos pueden ser parte de lo que hace que el envejecimiento sea un factor de riesgo para trastornos como la enfermedad de Alzheimer.
Sabiendo la relación entre tener una noche de descanso y la buena salud, es muy importante no perder de vista las recomendaciones de higiene del sueño e incorporarlas a los hábitos diarios. De tal manera podemos disminuir las posibilidad de un trastorno del sueño y aprovechar los conocimientos que se tienen sobre la relación que hay entre dormir bien y el sistema inmunológico.
253300201B2381