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Medicina preventiva: un camino hacia la salud sostenible

medicina preventiva
La medicina preventiva ha logrado disminuir la morbilidad y la mortalidad por afecciones agudas y crónicas.
 

La medicina preventiva es una rama de la medicina que se enfoca en evitar la aparición de enfermedades o condiciones de salud antes de que ocurran y así mantener una vitalidad sostenible. A diferencia de la medicina convencional, que trata enfermedades una vez que se han manifestado, la medicina preventiva busca identificar factores de riesgo y tomar medidas para reducir la probabilidad de que una persona desarrolle problemas de salud.

Existen tres divisiones de la medicina preventiva: las actividades de prevención primaria disuaden la aparición de una enfermedad o evento adverso, por ejemplo, dejar de fumar. Y la prevención secundaria (cribado) es la detección temprana de una enfermedad o afección en una etapa asintomática para que la intervención terapéutica retrase o detenga la aparición de enfermedades, y con ello sus  síntomas. Por ejemplo, la detección mamográfica del cáncer de mama.

La prevención terciaria tiene como objetivo evitar las consecuencias adversas de la enfermedad clínica existente, por ejemplo, la rehabilitación cardíaca para prevenir la recurrencia de un infarto de miocardio.

Al ejercer estas tres divisiones de la medicina preventiva se ha logrado disminuir la morbilidad y la mortalidad por afecciones agudas y crónicas. En estas acciones se involucra al consultante en un enfoque proactivo y participativo en su salud, mejorando la esperanza y calidad de vida de los usuarios del sistema de salud.

El objetivo de la medicina preventiva es mantener a las personas saludables y reducir el impacto de enfermedades a largo plazo, lo que también ayuda a disminuir los costos de atención médica en la sociedad.

“Los campos de la medicina preventiva y la salud pública comparten los objetivos de promover la salud general, prevenir enfermedades y aplicar técnicas epidemiológicas a estos objetivos”, indica el estudio Disease Prevention and Health Promotion: How Integrative Medicine Fits.

La medicina preventiva pone a disposición de las personas la más amplia gama de opciones apropiadas, en última instancia difuminando los límites entre la medicina convencional y la complementaria

que es el servicio de medicina preventiva

La medicina preventiva contra las enfermedades crónicas

“Los principios de la medicina preventiva pueden infundirse en prácticas prevalentes en medicina complementaria e integradora, promoviendo la salud pública en el contexto de prácticas más responsables. 

“Se hace caso de que un enfoque preventivo integrador implica el uso responsable de la ciencia con capacidad de respuesta a las necesidades de los individuos que persisten cuando se agotan los datos concluyentes, proporcionando un marco para tomar decisiones clínicas entre las terapias integradoras”, señala la investigación.

Los enfoques de atención médica preventiva para las enfermedades crónicas pueden mejorar la funcionalidad, reducir la morbilidad, mejorar la calidad de vida e influir directamente en los procesos de la enfermedad, añade el estudio.

Es así como los procedimientos para tratar afecciones crónicas tienen un impacto significativo en la salud pública. Se utilizan suplementos nutricionales como aceite de pescado, cromo, ácido alfa lipoico, medicamentos a base de hierbas, y técnicas mente-cuerpo para tratar la diabetes mellitus tipo 2. 

La hiperlipidemia se puede tratar con dietas terapéuticas que consisten en alimentos funcionales, suplementos nutricionales y medicamentos a base de hierbas. Las terapias manuales como el masaje pueden ser útiles para la osteoartritis, así como la acupuntura, y suplementos nutricionales y herbales. A ello, el estudio suma una dieta antiinflamatoria y terapias manuales que han demostrado ser prometedoras en el manejo de la artritis reumatoide, explica el documento.

“La medicina preventiva es necesariamente integral en el sentido de que la salud somática, emocional y espiritual se consideran un todo en la salud general”, puntualiza el mismo estudio, publicado en la revista Science.

El interés y el uso de enfoques de salud preventivos se ha mantenido constante en los últimos años en adultos y niños después de un aumento en el uso entre 1990 y 1997.

De acuerdo con el Centro Médico ABC, “como objetivo general de la medicina preventiva se tiene el reducir el riesgo en que una persona enferme, padezca algún tipo de invalidez o, incluso, muera prematuramente. 

que es la medicina preventiva

Las estrategias de la medicina preventiva

“Para lograr esto, el médico debe conocer las características generales y particulares de cada persona, con el objetivo de cubrir las necesidades que se tienen en función al perfil de riesgo.

Una forma apropiada para mantener un estado de salud óptimo es hacer una revisión médica. Se trata de una evaluación médica que se divide en función al rango de edad y también en función a su sexo. Ello porque hombres y mujeres suelen necesitar la revisión de características particulares”.

La Universidad Europea explica que existen estrategias dirigidas a la sensibilización de la población en general, y tienen tres grandes áreas de intervención en cuanto a medicina preventiva:

Estilo de vida: educación sobre hábitos saludables como la alimentación, ejercicio y evitar el tabaquismo o el consumo excesivo de alcohol. Estos hábitos pueden prevenir muchas enfermedades como las coronarias, la diabetes tipo 2, la obesidad y el cáncer”.

Salud mental y bienestar emocional: sensibilización sobre la salud mental y emocional, y mitigación de los estigmas asociados, son de suma relevancia en las acciones de la medicina preventiva. “En la sociedad del bienestar, la medicina preventiva reduce las cargas a la seguridad social, contribuye al bienestar de la población y aumenta la esperanza de vida”, explica la institución educativa.

Además de contribuir a la salud y el bienestar de la población, la medicina preventiva puede reducir considerablemente los costes de los procedimientos médicos, pues no solamente busca la promoción de la salud, sino que se enfoca en prevenir problemas antes de que estos se presenten y así mantener una salud sostenible.

La Medicina Biorreguladora de Sistemas (MBrS) funciona como medicina preventiva porque identifica y modula tempranamente los nodos de disregulación que preceden a la enfermedad (microinflamación, estrés oxidativo, disbiosis, disautonomía y resistencia a la insulina), integrando evaluación del eje psico-neuro-inmuno-endocrino-metabólico-microbiota, hábitos de vida y biomarcadores funcionales para detectar riesgo subclínico.

Con esa información personaliza intervenciones multimodales (nutrición antiinflamatoria, ejercicio, sueño, manejo del estrés, corrección de déficits, soporte biorregulador y, cuando corresponde, fármacos), utilizando dosis bajas con lógica hormética para ajustar finamente la fisiología y preservar la resiliencia; el seguimiento periódico con métricas objetivas permite recalibrar el plan antes de que aparezcan síntomas mayores, reduciendo la progresión de factores de riesgo, la carga de comorbilidades y la necesidad de intervenciones más agresivas.

 

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